"...y me descubria un mundo donde no habia dolor,
donde volaba con facilidad,
donde sonreia a menudo,
donde habia espacios abiertos y verdes montes,
donde los malos eran castigados,
donde no sentia verguenza, ni pena ni angustia,
un lugar extraño para ser un sueño inoportuno.
Aquel sueño me transmitia paz,
me demostraba las ganas que tenia de escapar, de vivir.
Todo lo que gane aquella noche, lo perdi al despertar.
Una fina arena que se escapo entre mis manos al abrir los ojos.
Unos pajaros que volaron al oir un leve bostezo.
El agua que se evaporo con el calor de la mañana.
Solo fue un sueño, quizas solo eso."
Eso se repetia aquel viejo con lagrimas en los ojos y una mano arrugada en el pecho, calmando su fragil y pequeño corazon, con la otra mano sostenia las gafas mientras simultaneamente se restregaba los ojos, intentando eliminar rastro de ese liquido salado que corria por sus mejillas.
Su mujer, compañera, esposa, amor, ya desaparecio. Solo lo hizo de esta tierra, no de su mente. Aun casi 20 años despues, ella le cuidaba y protegia, o eso el pensaba y deseaba.
Ya la muerte le debia estar acechando y el ni la temia ni la deseaba, tan tranquilo como si una proxima vida le esperara, junto a sus sueños y su siempre bella esposa.
Ya hace dias que no se ve por el barrio, y un angel se acerco ayer a buscarlo, preocupado por que dejo de rezar y desear ser feliz. Ya no recibian esa energia terrenal que les hacia trabajar y preparar una sorpresa. Pero es que el perdio la esperanza, y el angel sorprendido, lloro y corrio al cielo a comunicarlo a sus mandos.
"Uno menos mi señor, un alma menos que nos pertenece."
Sin pena ni gloria pasara sus dias restantes, si aun le queda vida.
- Vicente Ibáñez -
Escuchando MP3: [ Yamal - Es yamal ]
donde volaba con facilidad,
donde sonreia a menudo,
donde habia espacios abiertos y verdes montes,
donde los malos eran castigados,
donde no sentia verguenza, ni pena ni angustia,
un lugar extraño para ser un sueño inoportuno.
Aquel sueño me transmitia paz,
me demostraba las ganas que tenia de escapar, de vivir.
Todo lo que gane aquella noche, lo perdi al despertar.
Una fina arena que se escapo entre mis manos al abrir los ojos.
Unos pajaros que volaron al oir un leve bostezo.
El agua que se evaporo con el calor de la mañana.
Solo fue un sueño, quizas solo eso."
Eso se repetia aquel viejo con lagrimas en los ojos y una mano arrugada en el pecho, calmando su fragil y pequeño corazon, con la otra mano sostenia las gafas mientras simultaneamente se restregaba los ojos, intentando eliminar rastro de ese liquido salado que corria por sus mejillas.
Su mujer, compañera, esposa, amor, ya desaparecio. Solo lo hizo de esta tierra, no de su mente. Aun casi 20 años despues, ella le cuidaba y protegia, o eso el pensaba y deseaba.
Ya la muerte le debia estar acechando y el ni la temia ni la deseaba, tan tranquilo como si una proxima vida le esperara, junto a sus sueños y su siempre bella esposa.
Ya hace dias que no se ve por el barrio, y un angel se acerco ayer a buscarlo, preocupado por que dejo de rezar y desear ser feliz. Ya no recibian esa energia terrenal que les hacia trabajar y preparar una sorpresa. Pero es que el perdio la esperanza, y el angel sorprendido, lloro y corrio al cielo a comunicarlo a sus mandos.
"Uno menos mi señor, un alma menos que nos pertenece."
Sin pena ni gloria pasara sus dias restantes, si aun le queda vida.
- Vicente Ibáñez -
Escuchando MP3: [ Yamal - Es yamal ]
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