Gloria estaba durmiendo en su pequeña cama, y él entro por la ventana entreabierta. Le susurro al oído que dejase todo y le siguiese sin ningún plan ni esperanza, mas que amarla y ser amado. Ella le respondió:
- Déjate de historias que ya sé por donde vas".
Él, sorprendido, se separó a casi un metro de su cuerpo de niña, de aquella adolescente confusa. La cara de él se deformaba más, cuanto más afirmaba ella con su cabeza su decisión.
- ¿Pero que te pasa hoy? - dijo él.
- Nada. Hoy solo te diré la verdad. No quiero seguir así. Se acabo el amor esporádico y sexo rápido.
- No seas tonta, no digas que no te gusta.
Ella sonrió irónicamente y negaba con un gesto inconfundible haber escuchado esa estupidez.
- Mira, sal por donde entraste. Si tu actitud no cambia y no me respetas más.
- Creo que no me has entendido. ¿No disfrutas?. ¿No me quieres? ¿No me esperas?. Supuse que sentías eso, lo supuse porque yo me siento así, ahora mismo. Si es pasajero, esporádico, rápido o fugaz, es porque supuse que así lo sentías.
- Me parece que no lo tienes muy claro. - rebatió ella.
- Al contrario, por ello he venido hoy. Deje a mi novia, mi trabajo esclavo y monótono. Y quiero conquistar el mundo con tu compañía. Pero las cosas no parecen tan bonitas como mi mente creo. Quizás sea forzar demasiado la máquina, pero debes decidir que hacer hoy. Ahora. Ya.
- No voy a abandonar este barco por saltar al agua fría con los ojos cerrados y sin saber que hay bajo mis pies.
- ....¿?
- Así están las cosas. -aclaró ella.
Será el orgullo de él, será la decepción del momento. Será un hachazo en medio del corazón. Pero él se marcho lagrimeando, y cabizbajo. Bajó las endebles escaleritas de madera, sin apenas fuerzas, y salió corriendo. Aquella última vela que quedaba, gloria la apagó de un fuerte soplido, y con ella la luz y calor de aquel amorío.
Apenas duraría dos semanas, esta tierna relación, pero aquella tierra tan cálida tenía uno de los más maravillosos veranos, ahora turbado y teñido de negro por este suceso de amor y desamor.
Escuchando MP3: [ Europa FM ]
- Déjate de historias que ya sé por donde vas".
Él, sorprendido, se separó a casi un metro de su cuerpo de niña, de aquella adolescente confusa. La cara de él se deformaba más, cuanto más afirmaba ella con su cabeza su decisión.
- ¿Pero que te pasa hoy? - dijo él.
- Nada. Hoy solo te diré la verdad. No quiero seguir así. Se acabo el amor esporádico y sexo rápido.
- No seas tonta, no digas que no te gusta.
Ella sonrió irónicamente y negaba con un gesto inconfundible haber escuchado esa estupidez.
- Mira, sal por donde entraste. Si tu actitud no cambia y no me respetas más.
- Creo que no me has entendido. ¿No disfrutas?. ¿No me quieres? ¿No me esperas?. Supuse que sentías eso, lo supuse porque yo me siento así, ahora mismo. Si es pasajero, esporádico, rápido o fugaz, es porque supuse que así lo sentías.
- Me parece que no lo tienes muy claro. - rebatió ella.
- Al contrario, por ello he venido hoy. Deje a mi novia, mi trabajo esclavo y monótono. Y quiero conquistar el mundo con tu compañía. Pero las cosas no parecen tan bonitas como mi mente creo. Quizás sea forzar demasiado la máquina, pero debes decidir que hacer hoy. Ahora. Ya.
- No voy a abandonar este barco por saltar al agua fría con los ojos cerrados y sin saber que hay bajo mis pies.
- ....¿?
- Así están las cosas. -aclaró ella.
Será el orgullo de él, será la decepción del momento. Será un hachazo en medio del corazón. Pero él se marcho lagrimeando, y cabizbajo. Bajó las endebles escaleritas de madera, sin apenas fuerzas, y salió corriendo. Aquella última vela que quedaba, gloria la apagó de un fuerte soplido, y con ella la luz y calor de aquel amorío.
Apenas duraría dos semanas, esta tierna relación, pero aquella tierra tan cálida tenía uno de los más maravillosos veranos, ahora turbado y teñido de negro por este suceso de amor y desamor.
Escuchando MP3: [ Europa FM ]
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