La huella genética de los españoles que conquistaron América sigue presente hoy en día en la población iberoamericana. Esa herencia que dejaron los conquistadores de nuestro país en los genes ha sido caracterizada totalmente en Ecuador, Nicaragua y El Salvador, por parte del grupo de investigación de Epidemiología Molecular de la Universidad de Zaragoza, dirigido por la catedrática de Medicina Forense Begoña Martínez Jarreta.
En el caso de Ecuador, país caracterizado por una enorme una biodiversidad natural y de grupos humanos, según ha comprobado esta investigación, esta herencia está presente en los cuatro grupos étnicos ecuatorianos existentes: los mestizos, cifrados en 10 millones de habitantes, los indígenas Kichwa, 3 millones; los afrodescendientes, medio millón, y los indígenas Waoranies, que están en vías de extinción y apenas suman 3.000 individuos, viviendo en terrenos fronterizos con Brasil, en el Amazonas.
En el caso de los mestizos de Ecuador, esta investigación liderada por la Universidad de Zaragoza, establece que el 73% de genes son indígenas, un 19% de los conquistadores españoles y un 8% de los africanos. En la población negra, el 56% de genes son de sus ascendentes africanos, un 28% de los amerindios y un 24% de los españoles. Desde la Universidad de Zaragoza conjuntamente con expertos de Ecuador se analizaron las muestras de sangre que permitieron establecer esos porcentajes genéticos.
El médico del Laboratorio de Genética Molecular del Hospital Metropolitano de Quito, Fabricio González, es el experto que ha realizado su investigación de doctorado sobre la herencia genética española, en su país, Ecuador, dirigido por Martínez Jarreta.
Esta investigación, que abarcó más de 6 años, tomó una muestra de 1.483 individuos pertenecientes a las cuatro étnicas que componen Ecuador. “Para acceder a las indígenas Waoranies, que están aislados, fue necesario hacer una expedición y aprovechar que el abuelo de Fabricio había sido médico en una compañía de Minas próxima y facilitó ese contacto”, detalla esta catedrática de la Universidad de Zaragoza.
Ecuador y Colombia son “dos países parecidos en su composición de la población”, porque que ambos tienen tanto mestizos, indígenas como población de origen africano. En el caso de Centroamérica, según explica esta investigadora, “hay más movimientos de la población, hay más mezcla, a consecuencia de los movimientos migratorios a causa de terremotos, movimientos de tierra…”.
El equipo dirigido por la doctora Begoña Martínez Jarreta está reconocido como consolidado por el Departamento de Ciencia, Tecnología y Universidad del Gobierno de Aragón y lleva más de 20 años realizando trabajos de caracterización genética. Se ha enfocado en el estudio de los grupos poblacionales latinoamericanos desde principios del presente siglo, a raíz de “que hemos recibido muchas solicitudes para realizar el doctorado en nuestro grupo, por parte de estudiantes y profesionales de estos países. Estos trabajos de investigación han conseguido el Premio Extraordinario y han dado lugar a publicaciones en revistas científicas internacionales”.
Al igual que en Ecuador, se ha realizado la caracterización genética de la población de Nicaragua, a través de la investigación realizada por Carolina Núñez, que este próximo mes de septiembre presentará su tesis doctoral en la Universidad de Zaragoza. También se ha efectuado el primer estudio genético amplio existente hasta la fecha realizado en El Salvador, gracias al trabajo realizado por Patricia Vázquez.
Ambas investigadoras han realizado su doctorado dentro del grupo de investigación de Epidemiología Molecular de la Universidad de Zaragoza. En Argentina, este equipo científico también está realizando colaboraciones a través de Gustavo Martínez, encargado del Laboratorio Químico en Universidad del Norte Santo Tomas de Aquino, Argentina.
“Todo este conocimiento sobre la composición genética de estas poblaciones ayuda a conocer más sobre las migraciones y poblaciones de hace miles de años”, concluye esta catedrática de Medicina Forense de la Universidad de Zaragoza, especificando que tanto en Nicaragua como en Ecuador se ha comprobado una “significativa asimetría en la herencia sexual ligada al cromosoma masculino”, que expresa que ese apareamiento se producía entre varones europeos y mujeres autóctonas, como consecuencia de la conquista.
Este hallazgo no se puede aplicar en el caso de las poblaciones amazónicas, con grupo étnicos como los Waoranies, que hasta este estudio habían sido inaccesibles y manifiestan luna elevada riqueza en diversidad genética, aportando datos fundamentales sobre su origen desde el punto de vista de evolución, migraciones y colonización en Latinoamérica.
Rosa Castro
Fuente
En ecuador, hay 3 millones de indígenas Kichwa. |
En el caso de los mestizos de Ecuador, esta investigación liderada por la Universidad de Zaragoza, establece que el 73% de genes son indígenas, un 19% de los conquistadores españoles y un 8% de los africanos. En la población negra, el 56% de genes son de sus ascendentes africanos, un 28% de los amerindios y un 24% de los españoles. Desde la Universidad de Zaragoza conjuntamente con expertos de Ecuador se analizaron las muestras de sangre que permitieron establecer esos porcentajes genéticos.
El médico del Laboratorio de Genética Molecular del Hospital Metropolitano de Quito, Fabricio González, es el experto que ha realizado su investigación de doctorado sobre la herencia genética española, en su país, Ecuador, dirigido por Martínez Jarreta.
Esta investigación, que abarcó más de 6 años, tomó una muestra de 1.483 individuos pertenecientes a las cuatro étnicas que componen Ecuador. “Para acceder a las indígenas Waoranies, que están aislados, fue necesario hacer una expedición y aprovechar que el abuelo de Fabricio había sido médico en una compañía de Minas próxima y facilitó ese contacto”, detalla esta catedrática de la Universidad de Zaragoza.
Ecuador y Colombia son “dos países parecidos en su composición de la población”, porque que ambos tienen tanto mestizos, indígenas como población de origen africano. En el caso de Centroamérica, según explica esta investigadora, “hay más movimientos de la población, hay más mezcla, a consecuencia de los movimientos migratorios a causa de terremotos, movimientos de tierra…”.
El equipo dirigido por la doctora Begoña Martínez Jarreta está reconocido como consolidado por el Departamento de Ciencia, Tecnología y Universidad del Gobierno de Aragón y lleva más de 20 años realizando trabajos de caracterización genética. Se ha enfocado en el estudio de los grupos poblacionales latinoamericanos desde principios del presente siglo, a raíz de “que hemos recibido muchas solicitudes para realizar el doctorado en nuestro grupo, por parte de estudiantes y profesionales de estos países. Estos trabajos de investigación han conseguido el Premio Extraordinario y han dado lugar a publicaciones en revistas científicas internacionales”.
Al igual que en Ecuador, se ha realizado la caracterización genética de la población de Nicaragua, a través de la investigación realizada por Carolina Núñez, que este próximo mes de septiembre presentará su tesis doctoral en la Universidad de Zaragoza. También se ha efectuado el primer estudio genético amplio existente hasta la fecha realizado en El Salvador, gracias al trabajo realizado por Patricia Vázquez.
Ambas investigadoras han realizado su doctorado dentro del grupo de investigación de Epidemiología Molecular de la Universidad de Zaragoza. En Argentina, este equipo científico también está realizando colaboraciones a través de Gustavo Martínez, encargado del Laboratorio Químico en Universidad del Norte Santo Tomas de Aquino, Argentina.
“Todo este conocimiento sobre la composición genética de estas poblaciones ayuda a conocer más sobre las migraciones y poblaciones de hace miles de años”, concluye esta catedrática de Medicina Forense de la Universidad de Zaragoza, especificando que tanto en Nicaragua como en Ecuador se ha comprobado una “significativa asimetría en la herencia sexual ligada al cromosoma masculino”, que expresa que ese apareamiento se producía entre varones europeos y mujeres autóctonas, como consecuencia de la conquista.
Este hallazgo no se puede aplicar en el caso de las poblaciones amazónicas, con grupo étnicos como los Waoranies, que hasta este estudio habían sido inaccesibles y manifiestan luna elevada riqueza en diversidad genética, aportando datos fundamentales sobre su origen desde el punto de vista de evolución, migraciones y colonización en Latinoamérica.
Rosa Castro
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